Anecdota

La Estancia Infantil

En esta ocasión escribiré acerca de mí trabajo.
Esta semana fue de juntas en la escuela, es decir se realizaron las primeras juntas bimestrales donde se comunica a los padres de familia la evaluación, del desarrollo y aprendizajes de los niños, se realizaron en cada grupo y por ser la encargada o responsable de la Estancia me correspondía estar al inicio de las juntas para cumplir con el protocolo de presentación con los padres de familia.
Y al final del día me reunía con las compañeras maestras para comentar lo acontecido en cada junta. De lo cual puedo comentar que si bien es difícil trabajar e interactuar en armonía Escuela- Niños -Padres de familia, también hay reconocimiento por el trabajo realizado.
Con el tiempo he aprendido que es muy difícil cubrir las expectativas de cada padre de familia, pero es más difícil cubrir el rol de líder, dirigir un equipo de trabajo, organizar las funciones de la escuela ha sido complicado, tengo que buscar el equilibrio entre escuela, personal, papás, niños y comunidad en general.
A lo largo de estos casi 4 años he tenido muchas experiencias buenas y malas.
Y esas experiencias se dejan ver en estas juntas de evaluación, porque en realidad no estamos reportando el desempeño de los niños, más bien estamos evaluando toda la escuela y el trabajo de nosotras las maestras. Quedamos expuestas y en ocasione juzgadas por los padres, es en este momento donde ellos externan sus inconformidades, dan propuestas y sugerencias.
Precisamente hoy viernes que se llevo a cano la junta en el grupo de kínder I, se observo y sintió mucha negatividad por parte de un pequeño grupo de mamás, que a todo le buscaban la manera de convertirlo en reproche, y de poner mal a la escuela y maestras ante los demás padres, pero afortunada mente el resto de ellos reconocen y manifiestan estar conformes con lo que la escuela ofrece.
De todo esto se aprende porque al evaluarnos proponemos y hacemos cambios en el trabajo que realizamos, dentro de las aulas.
En mi persona todo esto, ya no me debilita al contrario me fortalece, cada día, porque me da la oportunidad de prepararme más y por tanto mejorar y crecer personal y profesionalmente.