El martes llegue a la escuela, y me sentía un poco mal tenía mucha tos y me costaba trabajo respirar  cuando llegaron los niños se dieron cuenta que me sentía mal así que como  la ocasión anterior Renata tomo el mando y me ayudo en todo lo que pudo con sus compañeros, y varios de ellos se acercaron a  mi diciendo ¿te sientes mal, maestra?, les conteste que sí. A la hora del desayuno me llevaron parte de su luch (fruta, yogur, gelatina etc) diciendo te comparto  de mi lunch, tienes que comer para que te compongas, te lo comes eh si no le vamos a decir a tu mamá  (cabe mencionar que si la conocen).
Esta es una de tantas cosas que nos dan muestra de gratificación y satisfacción por nuestro trabajo como docentes, los niños son extraordinarios siempre tienen una sorpresa que darnos lo cual nos reanima  cuando nos sentimos mal, ellos  también se preocupan por nosotras.

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