ANECDOTA ELEGIDA
Cierto día ingreso una nena de nombre Daniela contaba con 1año5 meses de edad ya caminando muy bien por sí misma, creíamos erróneamente que iba a llorar como sucede en los niños de primer ingreso, pero sucedió todo lo contrario no lloro se despidió tranquila de su mama y todo ese día estuvo bien para Daniela comió sola, durmió bien podríamos decir que se adapto bien a la escuela. A las dos semanas ingreso su hermanita Liliana de 4 meses que como todo bebe necesitaba de más atención y cuidados como se esperaba acaparo la atención de todas dejando un poco de lado a Daniela que no causaba lo que llamamos problemas, así fue hasta esta semana que las niñas dejaron de venir a la escuela, se extrañan lamento decir, más por la pequeña Liliana que por Dani.
REFLEXION
Lamentablemente como se menciono en clase lo cotidiano deja de sorprendernos, al principio si nos causo sorpresa que Daniela no llorara como esperábamos por ser la primera vez que ocurría una separación con su mama. Pero contrariamente demostró ser una nena inteligente, sociable, que supo adaptar casi de inmediato al rol de la escuela. Solo que dejo de sorprendernos, con el tiempo, se nos hizo normal que Daniela estuviera bien es decir no causara problemas, porque en realidad dejamos de ver y valorar cada logro de ella, la relacionábamos tanto con su hermana que al referirnos a ellas decíamos las “Lilis” de cierta forma le restamos valor e identidad a Dani.
Esta situación me deja ver que, nos ocurre muy frecuentemente en la escuela nos enfocamos más a los niños que causan problemas o simplemente los que acaparan nuestra atención por ser inquietos, traviesos, no comen no quieren trabajar o cualquier motivo en comparación con quienes hacen las cosas solos sin necesidad que estemos a un lado de ellos, perdiendo la capacidad de sorprendernos cada día por sus logros.
Por eso debemos voltear a mirar a todos y a cada uno en particular para maravillarnos cada día con cada paso que dan en su crecimiento acompañado o guiado por nosotras.
REFLEXION
Lamentablemente como se menciono en clase lo cotidiano deja de sorprendernos, al principio si nos causo sorpresa que Daniela no llorara como esperábamos por ser la primera vez que ocurría una separación con su mama. Pero contrariamente demostró ser una nena inteligente, sociable, que supo adaptar casi de inmediato al rol de la escuela. Solo que dejo de sorprendernos, con el tiempo, se nos hizo normal que Daniela estuviera bien es decir no causara problemas, porque en realidad dejamos de ver y valorar cada logro de ella, la relacionábamos tanto con su hermana que al referirnos a ellas decíamos las “Lilis” de cierta forma le restamos valor e identidad a Dani.
Esta situación me deja ver que, nos ocurre muy frecuentemente en la escuela nos enfocamos más a los niños que causan problemas o simplemente los que acaparan nuestra atención por ser inquietos, traviesos, no comen no quieren trabajar o cualquier motivo en comparación con quienes hacen las cosas solos sin necesidad que estemos a un lado de ellos, perdiendo la capacidad de sorprendernos cada día por sus logros.
Por eso debemos voltear a mirar a todos y a cada uno en particular para maravillarnos cada día con cada paso que dan en su crecimiento acompañado o guiado por nosotras.
La que elegimos fue por considerar importante la reflexión de no olvidar a los niños que aparentemente requieren menos de nuestra guía y apoyo en clase para su desarrollo y aprendizaje. Las compañeras aceptaron que si es comun que nos sucean casos así en cualquier momento cuando estamos en el trabajo y es importante reconocerlopara no caer en ese error.
Misma que al compartirla con todo el grupo recordamos que no debemos perder de vista el motivo principal de porque analizar las anécdotas, ¿Con que propósito?, ¿Qué nos enseña?, ¿Por qué?.
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